No pude evitar... publicar algo viejo
jueves, 11 de septiembre de 2008 - Etiquetas: escribir - 0 Comentarios
Génesis Apocalipsis
Él lo dicta, cada acción, cada momento, cada muerte, es mi deber. Tengo que mantener un equilibrio y seguir aquellas órdenes que aunque sean crueles siempre he de seguir.
Me ha tocado de todo: he visto personas que celebran el deceso de alguien, gente llorar desconsolada. Hay quienes no soportan la partida de un ser amado y en pocos minutos lo acompañan.
Odio las guerras, los accidentes, los desastres naturales, tener que guiar miles de almas hacia él.
Me río de aquellos que pasan toda su vida buscando llegar a él, por medio de rezos y de oración, a él realmente no le importa lo que hagan o dejen de hacer, son sus hijos y a todos los quiere y odia por igual.
¿Quieres ser una mariposa? ¿Quieres aprender a volar? Sólo espera a conocerme. Nunca tuve tiempo de preguntarle a él por qué las almas se convierten en mariposas, imagino que fue su gusto, un capricho más.
Mi trabajo es muy solitario, últimamente hay gente que me adora, Sí hay gente que me adora… en esta mi nueva forma, en la otra estoy rezagada, casi nadie me recuerda. Extraño la luz, hablar con alguien, no, no me gusta lo que hago.
En mi trabajo no existe la jubilación, o alguna prima vacacional, es algo injusto, no quiero seguir arrancando almas, recuerdos, pensamientos.
Hay quienes no merecen una segunda oportunidad. Son pocas las veces en las que me alegro por hacer mi trabajo, terminar con el sufrimiento de algunos y desterrar a los tiranos.
Aunque aún después de todo lo aborrezco, es un trabajo que no le desearía a nadie, estoy segura… es un castigo, es una reprimenda por algo que ni siquiera yo decidí: es la condena por haber sido la primera mujer.
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